Científicos patrocinados por el Servicio de Investigación Agraria de EEUU (ARS) han descubierto que seguir una dieta baja en calorías o muy baja en calorías no sólo consigue reducir peso sino también aumentar la respuesta inmunitaria. Es posible que este estudio sea el primero en demostrar la interacción entre la restricción de calorías y los marcadores de inmunidad en los seres humanos.

Cuando los seres humanos envejecen, su respuesta inmunitaria generalmente disminuye. Estudios previos han mostrado que la restricción de calorías aumenta la respuesta inmunitaria en los modelos animales.

En el estudio en Boston, 46 mujeres y hombres con sobrepeso (pero no obesos) de edades de 20 a 40 años consumieron una dieta con un 30 o un 10% menos de calorías, durante seis meses. Antes de ser asignado al azar a uno de los dos grupos, cada voluntario participó en un período de seis semanas durante el cual los investigadores tomaron una variedad amplia de medidas físicas. A los participantes se les proporcionó todas las comidas durante el estudio.

Los investigadores observaron marcadores biológicos específicos. Usaron una prueba cutánea llamada DTH (hipersensibilidad de tipo retardado), la cual es una medida de la respuesta inmunitaria a nivel del cuerpo entero.
Los investigadores también examinaron los efectos de la restricción de calorías en la función de las células T—un tipo principal de glóbulos blancos—, así como otros factores en el sistema inmunitario de cada voluntario.

Los investigadores observaron que las respuestas a la prueba DTH y a la de las células T (medidores de inmunidad) eran mayores en los grupos de voluntarios que consumieron las dietas de calorías restringidas. Estos resultados muestran, por primera vez, que una restricción de calorías por un periodo de seis meses puede mejorar la función de las células T.

La investigación ha sido publicada en ‘Journal of Gerontology: Biological Sciences’