La Comisión Europea ha abierto una investigación formal para comprobar si son compatibles con la legislación comunitaria, unas ayudas que Bélgica está concediendo a los ganaderos de la región Valona para la recogida y destrucción de cadáveres de animales caídos en la explotación.

La normativa comunitaria en relación con las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) establece que los Estados miembro podrán conceder ayudas nacionales por el 100% de los costes de retirada de cadáveres y por el 75% de los costes de destrucción de los mismos. La Comisión sospecha que las ayudas belgas son el 100% de los costes de destrucción, contraviniendo la directriz comunitaria.