La gran mayoría de los consumidores holandeses no ven con buenos ojos que se sacrifiquen a los pollitos de un día que sean machos. Un 60% están a favor de que se busque una alternativa. Así lo ha puesto de manifiesto una encuesta llevado a cabo por el Grupo de Ciencias Animales de Lelystad, en colaboración con el Instituto Rathenau y el Instituto Económico Agrario (LEI) en Holanda.

Los pollitos machos de gallinas ponedoras ni ponen huevos ni son rentables como fuente de carne, por lo que se sacrifican cuando tienen un día de vida. Los consumidores quieren que se busquen alternativas a esta política de sacrificio y han apoyado tres posibles opciones:

– Seleccionar y eliminar a los huevos machos cuando han sido recién puestos (otra alternativa sería seleccionarlos en el último estado embrionario, aunque esta opción es menos favorable).

– Como en el caso anterior, eliminar el huevo macho pero utilizando modificación genética que facilite la tarea de identificación, mediante el uso de un gen para una proteína fluorescente. Este método recibió menos apoyo de la opinión pública por usar la modificación genética.

– Influenciar la determinación del sexo manipulando factores medioambientales que afecten a dicha determinación, siempre que antes se constate que dichos cambios no afectan a la sanidad de los pollos.