Madrid, 2 diciembre 2008. Los miembros de esta Comisión de ANSEMAT han mostrado preocupación sobre los vaivenes de un sector al que las entidades de crédito, también, han reducido sus cuotas de riesgo, que ha visto frenado su mercado en el segundo semestre y al que parece que ni tan siquiera las producciones han dado un respiro.

El mercado de maquinaria de suelo ha tenido dos momentos diferenciados en el año, con un primer semestre con un alto optimismo y un gran interés en la compra y un segundo semestre parado. Ha primado la renovación y el mantenimiento de los equipos, situación apoyada en el crecimiento del mercado de piezas.

Los cambios observados han hecho adaptarse a empresas y usuarios, detectando traslados en el interés por la compra de unos grupos de máquinas frente a otras. Se ha optado por máquinas más versátiles, de mayor tamaño y más prestaciones, observando una profesionalización del mercado. También, la falta de stocks, motivada por la presión de los mercados de países del Este de Europa, hacia donde se han volcado los productores, ha podido llevar a reconducir, en parte, esa demanda.

Las labores han ayudado a dirigir las demandas del mercado en una campaña en la que se ha observado una vuelta al mínimo laboreo, especialmente influenciada por la presión de los precios de los insumos (gasóleo, abonos, fertilizantes), y en la que, por ejemplo, se ha optado por enterrar la gran cantidad de paja que había en el campo al comienzo de la campaña. Arados de cohecho, cultivadores o sembradoras han tenido un buen comportamiento mientras las abonadoras han visto mermados sus mercados. Tampoco el mercado del cereal ha cumplido con las expectativas puestas en él. Los mayoristas no compran grandes partidas, ni la ganadería tiene una demanda adecuada, con los que los precios siguen reduciéndose.

El mercado de maquinaria en este segundo semestre se ha reducido, representando un gasto para los agricultores no una inversión. El mercado de tractores parece haber influido negativamente a otros mercados, ya que, de forma natural, el cambio del tractor significaba el cambio de los implementos, y todo ello dentro de un contexto difícil en el que se comienzan a observar impagados en un sector hasta el momento saneado.

El futuro se presenta incierto en un momento en el que la presión financiera, los precios de las producciones y los factores ya descritos tampoco poseen una clara solución.