El ozono, que es productos ya utilizado en la desinfección del agua de bebida y las piscinas, podría ser también de utilidad en la desinfección de las colmenas. Así lo ha puesto de manifiesto una investigación llevada a cabo por la Unidad de Investigación de Insectos Polinizadores de Logan (Utah). Los investigadores analizaron los efectos del ozono en dos pesticidas, coumofos y tau- fluvalinato, ambos muy usados en por los apicultores de EEUU para luchar contra la varroa. Estudios anteriores habían mostrado que los residuos de estas sustancias químicas pueden acumularse en las colmenas, incluyendo en los panales, los cuales son normalmente reutilizados por los apicultores tras la extracción de la miel.

Para el estudio, se colocaron frascos de vidrio, que contenían los pesticidas, en una pequeña cámara bien cerrada. Luego, se expusieron los pesticidas a un flujo de gas de ozono. Manteniendo una humedad relativa del 50% en la cámara, se probaron diferentes combinaciones de temperatura y concentraciones de ozono y pesticidas.
La aplicación de 500 partes por millón de ozono en una cámara a 34 ºC durante 10 a 15 horas degradó bajas concentraciones de ambos pesticidas, pero se necesitaron 20 horas para descomponer las concentraciones más altas del tau-fluvalinato. Serán precisas pruebas adicionales para averiguar si los subproductos formados por la descomposición de los pesticidas degradados representan una amenaza a las abejas.

También se ha estudio la habilidad del ozono para matar la polilla de la cera, la cual ataca a las abejas jóvenes y daña el panal. Se comprobó que las larvas jóvenes y los adultos de la polilla morían después de sólo unas pocas horas de exposición al ozono. Sin embargo, para los huevos (la etapa de vida más resistente) era preciso exponerlos al gas por unos días para matarlos.