Tras los ceses de varios responsables en la Dirección General de Agricultura han empezado a circular por el Ministerio los nombres de sus posibles sustitutos, que podrían ser nombrados inmediatamente. Para más adelante quedarían los relevos en la Dirección de Desarrollo Rural, resultado de la salida a puestos en el extranjero de al menos tres subdirectores, que no se harían efectivos hasta la vuelta de las vacaciones de agosto.

Entre los nombramientos ha despertado especial interés el de la subdirección de vitivinicultura, que deberá abordar la reforma en ciernes de esta OCM tan importante para España. Altos responsables del MAPA intentaron justificar el cambio con el argumento de que se pretendía aplicar la misma fórmula negociadora que en la reforma de la OCM de frutas y hortalizas. Finalmente parece que ocupará el cargo Alicia Crespo, ingeniero agrónomo, que es funcionaria del Ministerio desde el año 2000. En su trabajo anterior no ha tenido una relación directa con el sector del vino. Desde el comienzo de esta legislatura ha ocupado puestos de libre designación, primero como adjunta para la gestión de los programas Leader, y últimamente como asesora del secretario general del Ministerio.

Para la Oficina de Variedades Vegetales (Semillas) se baraja el nombre de Ernesto Ríos, que tampoco ha trabajado antes en este área. Funcionario del Ministerio de Economía, su vinculación con el Ministerio de Agricultura, salvo un breve paso por un puesto en Pesca, se ha producido desde el extranjero, ocupando plazas de agregado en embajadas, primero en Alemania y más recientemente en Roma.

Por último, para las subdirecciones de Sanidad Vegetal y de Medios de Producción parece que se podría nombrar respectivamente a Cristina Clemente y Luis Orodea, ambos ingenieros agrónomos que ya estaban trabajando en la propia Dirección de Agricultura.