Según un estudio de la Universidad de Nuevo México (EEUU) la elección de pareja podría estar en gran parte condicionada por un reconocimiento de idoneidad determinado genéticamente, que desencadenaría la preferencia por una pareja determinada, incluyendo el enamoramiento.

Este mecanismo genético estaría relacionado con la funcion inmunológica ya que se ha visto que los vertebrados, incluyendo los humanos, tienden a aparearse en mayor medida con individuos que tienen un genotipo de distinto complejo de histocompatibilidad (MHC; major histocompatibility complex). Esta preferencia favorece la hibridación frente a la consanguinidad y un mayor vigor de la descendencia ante las enfermedades.

En el estudio se ha investigado el enamoramiento y la atracción sexual de las mujeres y su relación con la histocompatibilidad del otro miembro de las pareja, encontrándose una correlación entre mayor frecuencia de enamoramiento con parejas de distinto MHC

El estudio es el primero que muestra que la compatibilidad de genes puede afectar a le lección de pareja y a las relaciones sexuales y es una base para la comprensión de la química del enamoramiento.