Existen numerosos estudios sobre la existencia de determinados componentes saludables en plantas agrícolas y alimentos . Sin embargo, en muchas ocasiones estos productos están presentes en dosis tan bajas que es inviable obtener sus beneficios por un consumo normal de los mismos. Por otra parte, en muchos casos, como en aplicaciones terapéuticas o para su uso como aditivo en alimentos saludables (nutraceuticals), es de gran interés poder disponer de este tipo de compuestos de forma aislada y concentrada.

La organización de investigación australiana CSIRO y varias universidades han lanzado un programa de investigación dirigido específicamente a desarrollar métodos para extraer los componentes bioactivos , separándolos y concentrándolos a partir de plantas, productos animales o de las cadenas de procesado de la industria agroalimentaria.

La piel y las semillas de las uvas, las hojas de olivo y algunos subproductos de los mataderos, son algunos de los productos que normalmente se desechan de los que se podrían separar componentes bioactivos, como por el ejemplo el resveratol de la piel de las uvas, un componente de efectos cardiosaludable o el dermatan de la piel de vacuno, una substancia de efecto antinflamatorio y que previene la formación de coágulos.