Sevilla, 12 de Enero de 2007 (2 páginas). La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía ha denunciado hoy la situación ruinosa que soportan los productores de cítricos en toda Andalucía, con precios en origen que ni siquiera cubren los costes básicos de la actividad agraria. A pesar de ello, los puntos de venta, especialmente hiper y supermercados, están aplicando márgenes comerciales absolutamente desproporcionados que en el caso de la naranja alcanzan el 1.150% y en el limón casi el 2.000% (concretamente el 1917%, casi 20 veces más de su valor original). Así, mientras los productores de naranja andaluces perciben apenas 0,10 €/kg en el campo, el consumidor paga 1,15 €/kg. Los cultivadores de limón reciben, por su parte, tan sólo 0,06 €/kg mientras que en los lineales comerciales se cotiza a 1,15 €/kg.

El ejemplo de los cítricos es el más llamativo aunque los principales productos agrarios se enfrentan a esta irracional formación de precios que supone un atropello para la dignidad y la rentabilidad del sector profesional agrario, y representa un atropello para los intereses del ama de casa, que ha visto como las cotizaciones de frutas y hortalizas frescas adquieren en ocasiones tintes prohibitivos.

Entre la lista analizada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía destacan los incrementos al consumidor desmedidos en productos como la lombarda (800% de aumento en destino); coliflor (533%); bróculi (515%); espinaca (500%) o calabacín (220%). La situación de carnes de primera necesidad no es más halagüeña para los ganaderos andaluces como avicultores (con diferencias desde la granja de pollos a la mesa del 216%) o cunicultores (margen comercial del 297%).

En este contexto, UPA-A sigue defendiendo la creación de un frente común con asociaciones de consumidores y otros agentes económicos y sociales del sector para poner coto a estas prácticas injustas que se han convertido en un problema estructural con incalculables costes sociales y económicos para el medio rural andaluz. UPA-A seguirá pidiendo a las Administraciones igualmente, como hasta ahora ha hecho, otras medidas como el doble etiquetado en las frutas y hortalizas que permita conocer al ama de casa cuanto se pagó al agricultor; una Ley de márgenes comerciales; sanciones para los especuladores; medidas que permitan controlar la oferta de fruta y hortaliza y campañas de promoción del consumo, entre otras.