Según un reciente estudio realizado en Japón, los denominados tocotrienoles, una forma de vitamina E, son capaces de detener el crecimiento de células cancerosas

Existen ocho formas de la vitamina E: cuatro tocoferoles (alfa, beta, gamma y delta) y cuatro tocotrienoles. El alfa-tocoferol es el que se utiliza corrientemente como suplemento en Europa, mientras que el gamma-tocoferol se utiliza más corrientemente en América. Los tocotrienoles, sin embargo, se encuentran en las plantas en cantidades muy pequeñas, aunque algunas como aceite de palma, cereales y fibra de arroz lo contienen en cantidades relativamente elevadas.

La mayor parte de los estudios sobre la vitamina E se basan en el alfa-tocoferol y menos de un 1% se refieren a los tocotrienoles.

En el estudio japonés realizado in vitro se ha observado la capacidad de influir en la RNA polimerasa de mamíferos de las ocho formas de vitamina E, observándose que los tocoferoroles no tienen ninguna y los tocotrienoles alfa y delta inhiben su actividad. Esta inhibición se relaciona con la proliferación de células cancerosas y la metástasis.

Los tocotrienoles se asocian además con otras propiedades saludables, como reducción del colesterol y su carácter antioxidante.