El programa norteamericano por el que se daban ayudas al cultivo del tabaco finalizó definitivamente en la campaña de la cosecha 2004, siendo la de 2005 la primera en la que desde los años 30 se ha cultivado tabaco sin ayudas en EEUU.

En este primer año en la nueva situación el cultivo ha descendido en un 27%, bajando a 640 millones de libras, el nivel más bajo desde 1879. Por otra parte el número de agricultores tabaqueros se ha reducido a menos de la mitad y se ha producido además un cambio del porcentaje de tipos de tabaco en las distintas zonas, con un cierto cambio hacia el Burley por su mayor demanda y menores costos.

Con el fin de las ayudas al tabaco cabe prever que la producción norteamericana siga en declive algunos años más, pero tras un período de ajuste quedará un sector tabaquero con muchos menos agricultores que será competitivo en el mercado doméstico e internacional.