Según el diario The Guardian, la Agencia Británica de Seguridad de los Alimentos (Foods Standards Agency; FSA) identificó el pasado mes de agosto un cargamento ilegal de carne de pollo procedente de China, que había sido importado por la empresa irlandesa Eurofreeze, y esta ahora tratando de localizar el paradero de todos los suministros de carne procedentes de esta empresa, que incluyen además carnes de otras especies.

La FSA ha indicado que no existe motivo alguno para pensar que exista algún problema sanitario. No obstante, se ha advertido a las autoridades y agencias europeas para que estén alerta de partidas de carne congelada procedentes de esta empresa, a la que se ha suspendido su capacidad de actuar como operador.

La importación de pollos y de carne de pollo de China está prohibida tanto por medida de precaución frente a la gripe aviar como por la detección en el pasado de antibióticos no permitidos. Además, en este caso se han encontrado evidencias de haberse utilizado sellos oficiales falsos para hacer creer que se trataba de carnes que habían pasado las inspecciones oficiales.