La ayuda del Ministerio de Economía y Hacienda de 0,06 céntimos de euro/litro anunciada a bombo y platillo no compensa en modo alguno las graves pérdidas sufridas en el campo por el incremento del precio del gasóleo y sobrecostes de otros consumos intermedios de la agricultura: energía, plásticos, infraestructuras de riego, etc., que en la provincia de Granada llegaron hasta los 50 millones de euros durante el pasado año. Y la subida no cesa. Este mes de junio el gasóleo agrícola ya se paga a 0,644 euros/litro (107,15 ptas.), batiendo todos los récords de precios que provocaron la crisis en 2004, cuando se llegó como máximo a los 0’57 euros/litro (94,84 ptas.).

En su día ASAJA se manifestó en contra del acuerdo del gasóleo -aprobado por el Consejo de Ministros en octubre de 2004- por considerarlo exiguo y excluyente, y se negó en consecuencia a firmarlo. Las medidas en él contenidas, según criterio de esta organización agraria, no venían a solucionar el grave problema del aumento de precios del gasóleo agrícola, como así se demuestra, al presente, con la nueva crisis que tenemos encima y que hará necesario un nuevo acuerdo. ASAJA GRANADA exigirá, en ese caso, mejores condiciones: incremento de los gastos de difícil justificación para los agricultores en régimen de Estimación Directa Simplificada del 5% actual al 10% e incremento en el IVA que perciben, y reducción de módulos del IRPF.

En cualquier caso, la única solución real que puede compensar a los agricultores por el incremento de costos de producción a causa de la subida del combustible pasa sin duda por la puesta en marca de un gasóleo profesional, medida que Fernando Moraleda propuso de forma insistente antes de ser Secretario de Estado para la Agricultura y que, ahora que tendría posibilidad de acometerla, parece haber olvidado. Recordamos, por otra parte, que el sector agrícola no puede repercutir las subidas del petróleo en el precio final de sus productos, como así ocurre en otros sectores, por lo cual se hace necesario este tipo de intervenciones.