Investigadores de la Universidad canadiense de Alberta han descubierto que las gallinas pueden decidir si canalizan los nutrientes hacia ellas mismas o hacia la producción de huevos. Este fenómeno de actitud reproductiva es un punto clave para la producción.

Realmente las aves no son conscientes de este mecanismo, pero los investigadores han comprobado que hay lo que se podrían llamar gallinas egoístas, que son las que la mayor parte de los nutrientes los vehiculan hacia sus propios cuerpos, con lo que la producción de huevos es menor, así como la producción de pollitos y la calidad de éstos. Por otro lado estarían las llamadas gallinas generosas, que mandan más porcentaje de alimento hacia la producción de huevos en detrimentos de su propia construcción corporal.

Los investigadores han detectado un tercer tipo de gallina, identificadas en pequeño número, que es la que han denominado «super gallina». Estas gallinas tienen un gran potencial de crecimiento y la capacidad de producir más pollitos de lo habitual.