Valencia, 17 de febrero de 2005. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) critica al Gobierno y al resto de partidos políticos por preocuparse sólo del repunte de precios cuando puede afectar al IPC, como está ocurriendo ahora con los productos frescos, en especial, hortalizas, y en menor medida, frutas, tras las últimas heladas.

La organización agraria valora el hecho de que el Gobierno se haya reunido con los representantes de la gran distribución para lograr el compromiso para frenar la subida de precios al consumidor, evitando que se resienta la cesta de la compra. Sin embargo, considera que esta “pronta actuación” debería producirse tanto cuando se producen excesos en los puntos de venta como defectos en el primer eslabón de la cadena agroalimentaria.

“Lo que no tiene sentido es que durante todo 2004, cuando el campo sufrió una de sus peores crisis de precios en origen, con cotizaciones por debajo de los costes de producción en la mayoría de productos y un desfase evidente en los puntos de venta, no movieran ni un dedo, y ahora, cuando los agricultores lo han perdido todo tras la helada, la distribución intente justificar al Gobierno esta subida espectacular por la inclemencia meteorológica cuando en realidad no existe desabastecimiento, sino unos márgenes comerciales desorbitados”, apuntó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.

Para evitar esta situación y garantizar una rentabilidad digna al agricultor y unos precios razonables y objetivos al consumidor, la organización agraria insta al Gobierno a que legisle en pro de un comercio justo, con precios mínimos en origen y donde la trazabilidad en la formación de los precios desde el campo al consumidor quede reflejada en el etiquetado.