Valencia, 9 de noviembre de 2004. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) valora positivamente el impulso que ha supuesto el visto bueno del Consejo Jurídico Consultivo al Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la Albufera, al considerar que “las viviendas e infraestructuras permitidas por el Plan permitirán el desarrollo de los municipios y pedanías del Parque sin dañarlo, contribuyendo poderosamente a fijar la población y crear oportunidades de vida en el medio rural”, según declaró el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.
A este respecto, Aguado recordó que el PRUG “ha supuesto un importante avance, al considerar al agricultor como conservador del Parque y no como enemigo, por lo que desde AVA siempre ha tenido todo nuestro apoyo” aunque lamentó que “el texto definitivo no recoja algunas de nuestras alegaciones, lo que provoca que esta nueva visión del arrocero, aunque acertada, no se pueda desarrollar en toda la amplitud que desearíamos”.
En concreto, el PRUG no contempla la posibilidad de que, dada la puesta en marcha de cultivos en común en buena parte del Parque, se puedan construir mayores dotaciones agrarias, limitadas en el texto a una superficie de 200 metros cuadrados y seis metros de altura. Asimismo, el documento también impide la construcción de nuevas infraestructuras agrarias, tales como muros o acequias, “que son necesarias para la mejora de las explotaciones y que no suponen ninguna agresión seria al medio ambiente”.
Por otro lado, el cultivo en un parque natural obliga a restringir el uso de productos fitosanitarios, lo que provoca una mayor incidencia de las plagas y la consecuente reducción de producción y rentabilidad. Ante esta situación, AVA cree necesaria la existencia de una partida del PRUG destinada únicamente a compensar a los agricultores y facilitar la viabilidad de sus explotaciones, así como la autorización del uso de tratamientos aéreos.
Además, y respecto a las compensaciones otorgadas por los daños causados por la avifauna, AVA reconoce que “se ha dado un gran paso adelante, casi revolucionario, al plantearse por primera vez este tipo de ayudas”. Sin embargo, “aunque se ajustan a lo demandado en esencia, la partida de 40.000 euros resulta insuficiente para cubrir las pérdidas provocadas por el calamón y otras aves, por lo que invitamos a la Conselleria a que reconsidere esta cantidad en futuras campañas”, afirmó Aguado
“El agricultor es una figura imprescindible para la conservación de esta joya de nuestro patrimonio natural que es la Albufera, como reconoce el propio PRUG, y como tal debería garantizarse su permanencia y la viabilidad de su actividad, con las partidas presupuestarias correspondientes, de manera que se desarrollen todas las potencialidades del Plan. De este modo se reducirían al mínimo las tensiones entre la labor medioambiental del arrocero y su subsistencia económica”, concluyó.
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