El sector español del huevo, reunido en la Asamblea General anual de INPROVO, ha valorado su situación en 2004 como muy negativa por los excedentes de producción y los bajos precios que afectan al mercado de la Unión Europea en contraste con los del año 2003.
El pasado año la producción de huevos se redujo considerablemente en la Unión Europea debido a la epidemia de influenza aviar en Holanda y a la posterior ola de calor. Ello motivó que en nuestro país los precios se situaran un 24% por encima de los de 2002 (alcanzando los 0,65 euros de media anual por docena), y las exportaciones al mercado intracomunitario, necesitado de huevos, aumentaran más de un 60%, hasta las 111.000 toneladas. Sin embargo la producción en la Unión Europea se ha recuperado con rapidez, pasando a una situación excedentaria en 2004, que ha hecho caer los precios de los huevos en el mercado de forma espectacular. Mientras en la segunda mitad de 2003 se vendieron los huevos clasificados en el mercado español a 0,80 y 0,69 euros de media por docena de las categorías L y M respectivamente, en el primer semestre de 2004 los precios se situaron en 0,59 y 0’52 euros de media.
El censo de ponedoras en España según estimaciones del MAPA supera en el momento actual los 50 millones de aves (el censo medio de 2003 se situó en 47’5). La producción prevista este año alcanzará los 1.100 millones de docenas, un 4% más que el pasado. España ocupa el tercer lugar en la producción comunitaria de huevos, por detrás de Francia e Italia, con un 15% de la producción de la UE-15, cuyo censo de ponedoras es de 303 millones.
La ampliación de la Unión Europea con diez nuevos miembros incrementa en torno al 30% la cabaña comunitaria de ponedoras. Si bien la cifra absoluta puede parecer importante, la menor productividad de la avicultura en estos países reduce su peso en el mercado a aproximadamente un 15% de la producción. Sin embargo, sus menores costes les permiten competir con España en el mercado comunitario.
INPROVO reconoce que este es un sector muy dependiente de las fluctuaciones del mercado de las materias primas. El incremento del 25% del coste del pienso durante los últimos meses debido a la mala cosecha de cereal en Europa y a la subida de la soja, de hasta un 70% en el mercado internacional, ha afectado a la economía de los productores, que en las últimas semanas están vendiendo el huevo muy por debajo del coste de producción.
Durante el pasado año se abordaron importantes cambios en la ordenación del sector a raíz de la puesta en marcha del registro de granjas avícolas de puesta. Desde junio de 2003 cada granja dispone de un código identificativo que indica el país, municipio y la localidad de ubicación y el sistema de producción. Las granjas deben utilizar ese código desde enero de 2004 para identificar los contenedores de huevos que entregan a los centros de embalaje e industrias. También irá marcado en la cáscara de los huevos frescos que llegan al consumidor.
Este es un cambio significativo en la comercialización del huevo y una herramienta esencial en la trazabilidad a lo largo de la cadena de este alimento. Para que los consumidores conozcan el significado del código que el huevo lleva impreso en su cáscara, el Instituto de Estudios del Huevo e INPROVO han distribuido folletos y organizado charlas informativas. Estas acciones se verán reforzadas en los próximos doce meses con una campaña diseñada por INPROVO y cofinanciada por la Unión Europea y el MAPA. Se trata de la primera que se aprueba a nivel comunitario para acometer acciones promocionales sobre el huevo.
El sector español está realizando un esfuerzo en la adaptación a las nuevas normas de comercialización, sanidad avícola e higiene de las explotaciones. Desde principios de 2003 se ha colaborado intensamente junto con los Ministerios de Sanidad y Agricultura, así como con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, en un grupo de trabajo sobre la salmonelosis, que ha propuesto la adopción de medidas en la cadena de producción y comercialización para mejorar la seguridad del huevo.
Una de ellas es la publicación de la Guía de Buenas Prácticas de Higiene en Granjas Avícolas de Puesta, que obliga a la trazabilidad y registro de los principales factores que afectan a la producción en granja (animales, piensos, agua, controles sanitarios, etc.). Esta guía es la primera que se ha elaborado en producción ganadera tras la publicación del Reglamento de Higiene de los Alimentos. INPROVO está también trabajando sobre el Plan de Vigilancia y Control de Salmonelosis en granjas de puesta que prevé aprobar próximamente el MAPA.
Los integrantes de INPROVO están cada vez más convencidos de que la sanidad avícola y la seguridad alimentaria son factores determinantes para el futuro de la competitividad del sector y por ello apuestan por el autocontrol y la prevención. En un año en el que se ha producido la entrada de diez nuevos socios en la UE, en que se están negociando acuerdos de libre comercio con Mercosur y se han retomado las negociaciones del capítulo agrario de la Organización Mundial de Comercio, es primordial que el consumidor comunitario siga teniendo las mayores garantías de control y seguridad en los alimentos que llegan al mercado comunitario. Los condicionantes de la producción comunitaria de huevos, entre ellos, la sanidad y bienestar animales, el medio ambiente, la gestión de residuos y el uso de medicamentos y aditivos hacen que el sistema comunitario no pueda compararse con el de terceros países. Si no se reflejan estos aspectos en las negociaciones, la competitividad de la UE se verá amenazada por la entrada de huevos y ovoproductos a bajo coste y con menor garantía y control.
La Comisión Europea prepara la revisión de la Directiva sobre el bienestar de las ponedoras, que debe presentar antes de enero de 2005. INPROVO, junto con las organizaciones sectoriales de otros países miembros ha aportado datos sobre las repercusiones de esta norma en la competitividad del sector, esperando que sean considerados en la propuesta. “La aprobación de la Directiva 99/74 de la UE sobre las normas mínimas de alojamiento de las ponedoras supuso un ejemplo de precipitación en la toma de decisiones políticas y una manipulación de la opinión pública que no debe repetirse nuevamente”, señala Manuel Jiménez Argote, presidente de INPROVO, que ha dado prioridad a este asunto en la agenda de trabajo de la organización.
Por otro lado, los miembros de la interprofesional están muy satisfechos al comprobar que la imagen del huevo entre los consumidores se corresponde cada vez más con la de un alimento nutritivo y saludable, como lo demuestra el incremento del consumo de huevos registrado en 2003, que según el MAPA asciende a casi un 3%.
El sector ha reconocido especialmente la contribución de un numeroso grupo de expertos y profesionales que desde el Instituto de Estudios del Huevo están dando a conocer las investigaciones científicas recientes sobre el huevo, contribuyendo a su difusión a la opinión pública y los profesionales de la salud. El huevo está ya considerado por la comunidad científica mundial como un alimento “naturalmente funcional”, dadas las numerosas propiedades beneficiosas que sus componentes tienen para la salud humana.
INPROVO, compuesta por las asociaciones de productores de huevos (ASEPRHU), de incubadores de pollitas (CEAS), y organizaciones agrarias (UPA, ASAJA y Confederación de Cooperativas Agrarias) representa a toda la cadena de producción y comercialización del huevo y trabaja desde 1998 en la realización de estudios sectoriales, investigación, promoción y mejora de la transparencia del mercado, colaborando con las administraciones públicas para la consecución de sus objetivos.
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