Los ganaderos pueden vender los cerdos al matadero en tres posibles opciones: a precio de mercado, con contrato o mediante integración. Un estudio realizado por la Universidad de Purdue (EEUU) ha comparado estos tres sistemas. Para ello, han elaborado un modelo, utilizado precios y datos del periodo 1998-2000 y han creado un matadero ficticio, de tamaño medio, situado en el Medio Oeste que procesa 74.000 cerdos a la semana.

El estudio ha puesto de manifiesto que de los tres sistemas, el de la integración es el que mejor obtiene cerdos homogéneos y de alta calidad. Cuando el productor vende sus cerdos a precios de mercado, saca los animales cuando son mejores las condiciones, por lo que el matadero se encuentra con una gran variabilidad de cerdos en cuanto a tamaños, formas y características.

La fórmula del contrato, si bien no consigue tan buena estandarización como la integración es mejor que la de la venta libre. El matadero, de acuerdo con el contrato, comunica al ganadero las clases y tamaños de cerdos que quieren.

En cuanto al tema de precios, la integración si bien es el que menos rentabilidad da al productor es también el que da menos riesgo. Con la integración, el productor podría obtener unos 20 a 25 dólares /cabeza. En el mercado libre podría haber obtenido unas 28 a 30 dólares/cabeza pero solo en los períodos de altos precios.

Comparando la integración con los contratos, el estudio pone de manifiesto que los mataderos se benefician más con la integración mientras que los ganaderos, más con los contratos. Los márgenes de los ganaderos son, como media, de 41,2 dólares por cerdo en el sistema de contratos, mientras que es de 20 dólares/cabeza en la integración. Por el contrario, los márgenes de los mataderos tienen un margen de 21,76 dólares en la integración y de 4,78 dólares con los contratos.